Hace unos días hacía eco en este blog de la nueva producción de Animalario "Argelino, servidor de dos amos". Estuve unos días en Madrid y aproveché la ocasión para acercarme a la Abadía -teatro precioso y con una programación muy digna- para disfrutar de este montaje. Pero cuál fue mi sorpresa al ver que la obra, amén de ser moralizante -en el peor sentido de la palabra-, adolecía de falta del ritmo y la tensión que caracterizaba a la Commedia dell Arte. A veces cuesta decir esto de una compañía referente en nuestro país, especialmente si has recomendado el espectáculo, pero como suele pasar hay gente que lo dice mucho mejor que yo. Os enlazo la crítica de Marcos Ordoñez en Babelia (suplemento cultural de El País).
¡QUÉ BOLLO ES SER PROGRE!
Qué decepción, virgen santa. Sobre todo después de los aldabonazos de Hamelin y Marat-Sade. Claro que allí, detrás, estaban Weiss y Mayorga. Y tras Argelino, servidor de dos amos está Goldoni, pero como si no. Otra vez la funesta manía de coger un clásico y hacerlo pedazos para "acercarlo a la actualidad". Como si en el original no estuviera ya la lucha de clases, y la amargura, y el hambre. Pero también, amigos, la estructura, y la construcción de los personajes, y una mirada sabia, equitativa. Y la alegría, y la ligereza. Todo eso parecen habérselo prohibido esta vez los de Animalario. Se han puesto crispados, solemnes, sermoneantes. (sigue leyendo...)
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